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27 de junio de 2025
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27 de junio de 2025Flamenquito. www.radioavalon.es
Pedro Pubill Calaf, conocido artísticamente como Peret (Mataró, 24 de marzo de 1935 – Barcelona, 27 de agosto de 2014), fue un cantante, guitarrista y compositor español de etnia gitana, considerado el creador de la rumba catalana, un género que fusionó el flamenco, el rock and roll, el mambo cubano y elementos de la guaracha. Su vida y obra dejaron un legado imborrable en la música española e internacional.
Infancia y primeros años
Nacido en el asentamiento gitano de Los Corrales, Mataró, Peret creció en una familia humilde dedicada a la venta ambulante de telas. Su padre, Manuel, era vendedor ambulante, y Peret lo acompañaba en sus viajes por Cataluña y Baleares, lo que limitó su educación formal; aprendió a leer de forma autodidacta observando carteles publicitarios. Desde niño mostró pasión por la guitarra y el cante gitano, y a los 12 años debutó en el Teatro Tívoli de Barcelona junto a su prima Pepi, formando el dúo Los Hermanos Montenegro, en un festival infantil presidido por Eva Perón.
Inicios musicales y creación de la rumba catalana
En los años 50, Peret se consolidó en la escena musical de Barcelona, tocando en locales y perfeccionando su estilo. En el barrio del Raval, junto a amigos, desarrolló la rumba catalana, combinando influencias del mambo de Pérez Prado, el rock and roll y el tanguillo flamenco. Su técnica única, conocida como el ventilador, marcó su forma de tocar la guitarra. En 1957 grabó un disco que pasó desapercibido, por lo que continuó trabajando como vendedor ambulante y en oficios como carpintero y tapicero.
Su primer gran éxito llegó en 1962 con «Ave María Lola», seguido por «Una lágrima» (1967), una versión rumbera de un vals que se convirtió en la canción del verano de 1968. Temas como «El gitano Antón», «Don Toribio Carambola», «Saboreando» y «¡Lo mato!» (inspirada en una guaracha cubana) consolidaron su popularidad en los años 60 y 70, sonando en discotecas, radios y fiestas populares.
Éxito internacional y Eurovisión
En 1971, Peret alcanzó la fama mundial con «Borriquito», un éxito que lideró las listas en Países Bajos (7 semanas en el nº 1) y Alemania, y tuvo gran aceptación en México y Latinoamérica, impulsado por el boom turístico en España. En 1974, representó a España en el Festival de Eurovisión con «Canta y sé feliz», quedando en novena posición. También incursionó en el cine, participando en películas como Los Tarantos (1963), Si Fulano fuese Mengano y Alma gitana (1996), aunque su talento actoral era limitado.
Retiro y regreso
En 1982, Peret se retiró de la música para dedicarse a la Iglesia Evangélica de Filadelfia, donde fue pastor hasta 1991. Tras dejar la iglesia, retomó su carrera con nuevos discos y actuaciones destacadas, como su participación en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde interpretó «Gitana hechicera», dedicada a la ciudad. En 1991, compuso «Bésame» para el Festival OTI, interpretada por su sobrino Joel. En 2000, lanzó «Rey de la rumba», un álbum con colaboraciones de artistas como Estopa, Jarabedepalo y David Byrne.
Últimos años y legado
En 2005, su sobrina Cèlia Sànchez-Mústich publicó Peret, el alma de un pueblo, una biografía íntima. En 2007, presentó «Que levante el dedo», un disco con canciones inéditas, y colaboró en un homenaje a Joan Manuel Serrat. En 2011, Mataró lo nombró Hijo Predilecto. En julio de 2014, mientras trabajaba en un disco en catalán, anunció que padecía cáncer de pulmón. Falleció el 27 de agosto de 2014 en la Clínica Quirón de Barcelona a los 79 años. Su último proyecto, Desde el respeto, fue publicado póstumamente en 2017 por su nieto Daniel Salvat.
Peret recibió reconocimientos como la Cruz de Sant Jordi (1998) y la Medalla de Oro al Mérito Artístico (2008). Su discografía incluye 27 álbumes, y su influencia en la rumba catalana sigue viva en artistas contemporáneos. Como dijo Kiko Veneno: «Peret era como los Beatles», un creador que marcó un hito en la música popular.
Vida personal
Casado con Fuensanta Escudero en 1957, tuvo dos hijos, Pedro y Rosita. Aunque fue un hombre familiar, su vida amorosa fue compleja, con relaciones paralelas y una última pareja, Roberta, quien lo acompañó hasta su muerte. En solidaridad con su hija Rosita, diagnosticada con cáncer, Peret abandonó su característico peluquín.
Peret no solo fue un músico, sino un innovador que llevó la rumba catalana al mundo, fusionando culturas y dejando un legado de alegría y ritmo.