Cuentan que en su ejecución llevaba un elegante traje amazónico a medida, especialmente hecho para la ocasión, blusa escotada, un par de guantes blancos y un sombrero de tricornio que sus acusadores le obligaron a usar.

Rechazó llevar venta en los ojos y ser atada, y antes de que los doce hombres que formaban el pelotón de fusilamiento dispararan, les lazo un desafiante beso, dicen que algunos de los soldados cerraron los ojos al disparar para errar el tiro y no sentirse culpables.

Después de que la ráfaga de disparos sonó, «lenta, inerte, se acomodó de rodillas, con la cabeza siempre en alto, y sin el menor cambio de expresión en su rostro. Por una fracción de segundo pareció tambalearse allí, de rodillas, mirando directamente a los que le habían quitado la vida. Luego cayó hacia atrás, doblando la cintura, con las piernas dobladas debajo de ella». Un suboficial se acercó a su cuerpo, sacó su revólver y le disparó en la cabeza para asegurarse de que estaba muerta.

Para unos una mujer amoral, para otros una victima, hoy pasearemos con una mujer a la que muy pocos han querido acercarse para saber como era en realidad, porque quizás, mas allá del lujo que la rodeó en gran parte de su vida, se encuentra como nos dice Paulo Coelho en su novela la espía alguien que se enfrentó a los cánones de su época para ser una mujer independiente y libre en un mundo convulso.

Este martes en De Paseo por la Historia . . . Mata – Hari

De paseo por la historia, todos los martes a las 22:00 en www.radioavalon.es