Robert Allen Zimmerman más conocido como Bob Dylan, nació en Minnesota, Estados Unidos el 24 de mayo de 1941. Y es un músico, compositor, cantante y poeta estadounidense, considerado como una de las figuras más prolíficas e influyentes en la música popular de su país del siglo XX y de comienzos del siglo XXI. En 2016 recibió el Premio Nobel de Literatura, por la aportación de sus canciones al mundo literario. ​

Gran parte de su trabajo más célebre data de la década de 1960, en la que se dio a conocer como cantautor folk con composiciones como “Blowin in the Wind” y “A Hard Rain’s a Gonna Fall” con un importante contenido de protesta social.

Dylan, heredó de los cantantes folk la tradición de cantar historias inspiradas en las páginas de sucesos. Hay muchas en su repertorio con un objetivo de denuncia social, como “Hurricane”, pero la que merece una mención especial es «The Lonesome Death of Hattie Carroll» , perteneciente a su álbum «The Times They Are A-Changin» (1964). En ella, Dylan nos narra la cruel muerte, el 9 de febrero de 1963, de Hattie Carroll , una camarera negra de 51 años y madre de 10 hijos. Su asesino fue un cliente blanco, de 24 años, rico y borracho, llamado William Zantzinger.

Según la propia declaración de Zantzinger durante el juicio, le dio un golpe en la cabeza con su bastón porque había tardado en traerle la bebida. Nadie, ni clientes ni compañeros de trabajo ayudó a Hattie, que moriría al día siguiente de la agresión.

Zantzinger fue condenado a seis meses de cárcel, a la que ni siquiera ingresó, y a una multa de 500 dólares por homicidio, ya que la defensa arguyó que ella había muerto debido a una enfermedad previa y no exclusivamente por el golpe.

La canción también la incluyó en su repertorio Joan Baez, otra de las consideradas máximas exponentes de la canción protesta norteamericana.

Décadas más tarde, el protagonista de la historia declaró que Dylan le había amargado la vida. Aunque algo es algo, sin duda, muy escasa justicia para un asesino.