Felipe II, al que se puso el sobrenombre de «El Piadoso», es recordado principalmente por su gran devoción religiosa. Sin embargo, también ha sido retratado como un monarca perezoso e incapaz de gobernar por si mismo.

Se le considera uno de los llamados Austrias menores, sin relevancia en su dinastía. A pesar de su perfil discreto y siempre empañado por las figuras tanto de su padre como de su hijo, su reinado fue testigo de importantes acontecimientos en la historia de nuestro país.

Para entender a Felipe quizás sea necesario tener presente su historia personal incapaz de cumplir las expectativas de grandeza de sus progenitores y asolado por la trágica historia de su hermano mayor, el príncipe Don Carlos, al que ni siquiera conoció.

Contrario a algunas ideas de su padre, su reinado se caracterizó por la conservación de los dominios y una estrategia pacifista.

Esta noche, a las 22:00 Felipe III en De paseo por la historia

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