Cuarzo transparente (Cuarzo claro)
Curativo: Se dice que limpia el cuerpo de energías negativas, mejora la claridad mental y fortalece el sistema inmunológico.
Mágico: Considerado un amplificador de energía, se usa para potenciar intenciones, meditación y conexión espiritual.
Amatista
Curativo: Asociada con la calma y el alivio del estrés, se cree que ayuda con problemas de insomnio y dolores de cabeza.
Mágico: Protege contra energías negativas, fomenta la intuición y se usa en rituales para abrir el tercer ojo o mejorar la percepción espiritual.
Cuarzo rosa
Curativo: Vinculado al amor propio y la sanación emocional, se dice que alivia el estrés y mejora la circulación.
Mágico: Atrae amor, armonía en relaciones y paz interior; se utiliza en hechizos o meditaciones románticas.
Obsidiana
Curativo: Se le atribuye la capacidad de eliminar bloqueos emocionales y proteger contra la negatividad.
Mágico: Es un escudo energético poderoso, usado para la introspección y para cortar lazos tóxicos.
Turmalina negra
Curativo: Se dice que ayuda a desintoxicar el cuerpo ya reducir la ansiedad.
Mágico: Protección contra energías negativas y ataques psíquicos; se usa como amuleto de puesta a tierra (conexión con la tierra).
Citrino
Curativo: Asociado con la vitalidad, se cree que estimula la digestión y aumenta la energía física.
Mágico: Conocido como la «piedra de la abundancia», atrae prosperidad, éxito y creatividad.
Lapislázuli
Curativo: Se dice que alivia los dolores de garganta y mejora la comunicación.
Mágico: Fomenta la sabiduría, la verdad y la conexión con lo divino; usado en prácticas de autoconocimiento.
Jade
Curativo: Relacionado con la longevidad y la purificación del cuerpo.
Mágico: Símbolo de suerte y armonía, se utiliza para atraer buena fortuna y equilibrar las energías.
Nota general:
En la cristaloterapia, las propiedades curativas suelen depender de cómo se usan los minerales (llevarlos puestos, colocarlos en el cuerpo, meditar con ellos). A nivel mágico, se les asignan roles en rituales, amuletos o altares según la intención del practicante. Cada cultura o tradición puede interpretar estas propiedades de manera ligeramente diferente.